CANCIONERO “Capilla San Juan de Dios”

 

  • MISAS

Celebración diaria de la Santa Misa

Lunes a sábados a las 12:30 Hs. Domingos a las 11:00 Hs.

Celebración de la Santa Misa por los difuntos

Último viernes de cada mes a las 12.30 Hs.

Adoración al Santísimo y Misa de Sanación

Primer viernes de cada mes a las 11:30 Hs.

 

  • CONTACTO

Correo: serviciodepastoral@sanjuandedios.org.ar

Whatsapp: 11 6533 7608

  • LISTADO DE CANCIONES

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Qué lindo es llegar cantando a tu casa Padre Dios, y hermanados en el canto, comenzar nuestra oración. Darte gracias y alabanzas, pedirte ayuda y perdón.

Qué lindo es llegar cantando a tu casa Padre Dios! Qué lindo es traer la vida a nuestra celebración, contarle a nuestros hermanos y que se vuelva oración: sudor, lágrimas, esperanzas, trabajo, rezo y amor. Qué lindo es rezar cantando la vida que se nos dio!

Canten todos la alegría de vivir en Dios. (bis) La Buena Noticia de Cristo Jesús, la entienden los pobres y es fuerza y es luz. Si estamos abiertos cuando hablas Señor nos da Tu Palabra la paz interior.

El hambre y la sed de justicia nos dan la ardiente pasión de guardar Tu verdad.

Hoy al fin tenemos que seguir esperando en paz, esperamos contra toda esperanza. Y es así que todo va a cambiar, resucitarás esperamos contra toda esperanza.

Vos sos la vida, sos la paz, vos sos nuestra esperanza, sos el camino para andar, sos fuerza y sos confianza.

Al sentir Jesús que estás aquí, Esperándonos, Esperamos…. Esperar también es transformar un sueño en realidad, Esperamos… Hay un sol, la noche ya aclaró ven a caminar, Esperamos… Estarás sonriente a nuestra par, no nos dejarás. Esperamos contra toda esperanza.

Vine a alabar a Dios (bis) Vine a alabar su Nombre, vine a alabar a Dios .

Él llego a mi vida un día muy especial, cambio mi corazón, por un nuevo corazón. Y esa es la razón por la que digo que … vine a alabar a dios…!

Ven hermano y cántale a Cristo a ese Cristo joven que un día nos redimió. Haz de tu amor una plegaria o un simple canto alegre que el señor escuchara

Ven aquí, canta ya, no te olvides tu de Cristo. Piensa que el cruz por nosotros él se dio.

No te alejes del camino marcado que cristo ha señalado para acercarnos a él. Devuelve con fe inquebrantable ese amor incuestionable que nos ha ofrecido él.

Tú conoces la dureza en mi sentir y la terquedad que hay en mi corazón. Por la muerte que he causado, vuelvo a ti Señor. Dame vida nueva con tu Amor.

Déjame nacer de nuevo, Déjame nacer de nuevo, Déjame nacer de nuevo, oh Señor.

No importa la edad que tenga, Tú no la tienes en cuenta. Déjame nacer de nuevo, oh Señor.

Tú conoces el pecado que hay en mí y el dolor que dejó en mi corazón. Son las cosas que me alejaron de Ti, Señor, Hazme renacer en tu Amor.

Este es el momento de alegrar la mesa con el vino y con el pan que consagraremos y que ofreceremos y que hemos de comulgar

Este es el momento de legar confiados a la mesa del altar, porque tu palabra vivificadora nos acaba de llamar.

Padre de Jesús bendice lo que presentamos hoy y que al preparar tu mesa se renueve el gozo de saber tu amor (bis) Pan de nuestra vida, Pan de nuestras manos, Pan de nuestra juventud. Pan que hoy entregamos juntos como hermanos en señal de gratitud.

Vino de la tierra buena y generosa vino que ofrecemos hoy Lleva nuestras luchas, lleva nuestras penas lleva nuestra sed de amor.

Estoy a tu puerta y llamo, Ábreme déjame entrar. Yo conozco tu vacío, lo quiero llenar. Pon tu carga en mis hombros, yo te aliviaré. Tus pesares y tu angustia, yo los tomaré.

Mírame, confía en mí. Mi corazón abierto esta hoy por ti.

Aunque grande sea el pecado lo consumiré. Pondré en ti un corazón puro, te renovaré. Yo te amo como eres, siempre te amaré. Te sostengo de mi mano, No debes temer.

Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor.

Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre; todopoderoso Señor, Hijo único, Jesucristo. Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre;

tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica;

tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.

Amén. Amén

Por los niños que empiezan la vida, por los hombres sin techo ni hogar; Por los pueblos que sufren la guerra, te ofrecemos el vino y le pan.

Pan y vino sobre el altar son ofrendas de amor, pan y vino serán después, tu Cuerpo y Sangre Señor.

Por los hombres que viven unidos, por los hombres que buscan la paz; por los pueblos que no te conocen, te ofreceos el vino y el pan.

Por aquellos a quienes queremos, por nosotros y nuestra amistad; por los vivos y por los difuntos, te ofrecemos el vino y el pan.

Señor ante Ti, hoy vengo a dejar mis proyectos mi vida, mis sueños, mi libertad, Señor desde hoy, mi felicidad será amarte y servirte buscando hacer Tu voluntad.

Recibe señor en tus manos la ofrenda que hoy vengo a traer ante Ti, reviste con tu fortaleza mi débil pobreza que hoy te dice Si, y nunca permitas que crea que serte fiel solo depende de mí, hoy traigo en vasijas de barro el tesoro que sin merecer recibí.

Señor aquí estoy, Tu sabes cómo soy con Tu gracia transforma mi alma limpia mi corazón, Señor haz que en mi, siempre crezca esta sed, de querer que en tus aguas profundas, pueda un día beber.

Señor quiero estar en la necesidad del hermano que sufre violencia sin pan ni libertad Señor poco soy para poder luchar, pero se que mi pequeña ofrenda tu la transformaras.

Al altar del Señor, vamos con amor a entregar al Señor, lo que El nos dio.

Pan le traemos, trigo de Dios para la mesa que El nos preparó. Vino traemos, viña de Dios para la fiesta de la comunión.

Luces traemos, para alumbrar la mesa santa de nuestro altar. Flores traemos para alegrar esta comida de la amistad.

Llevemos al Señor el vino y el pan.

Llevemos al altar la viña trigal.

 

El señor nos dará,

Él nos dará su amistad. (bis)

 

Llevemos al Señor pureza y amor.

Llevemos al altar justicia, hermandad.

 

Llevemos al Señor trabajo y dolor.

Llevemos al altar la ofrendas de pan.

Te ofrezco el blanco pan a Tí, Señor, y en el yo te doy mi pobre corazón. Conviértelo en tu cuerpo Redentor, oh Dios, por tu cruz, y por mi salvación. Porque no cree el hombre en Tí, si Tú le das amor. Si hiciste el cielo, el mar y el sol tan sólo por tu Amor, Yo creo en Ti, Señor, creo en Ti, Señor.

Señor que nuestra vida sea como una quena simple y recta,

para que Tú puedas llenarla

llenarla con tu música. (bis)

 

Señor que nuestra vida sea arcilla blanda entre tus

manos,

para que tu puedas formarla,

formarla a tu manera. (bis)

 

Señor, que nuestra vida sea semilla suelta por el aire,

para que Tú puedas sembrarla,

sembrarla donde quieras. (bis)

 

Señor que nuestra vida sea leñita humilde y siempre seca,

para que Tú puedas quemarla,

quemarla para el pobre. (bis)

Tú has venido a la orilla,

no has buscado a sabios, ni a ricos

tan solo quieres que yo te siga

 

Señor, me has mirado a las ojos

sonriendo, has dicho mi nombre

en la arena, he dejado mi barca

junto a Ti, buscare otro mar.

 

Tú sabes bien lo que tengo, en mi barca no hay

Oro ni espada, tan solo redes y mi trabajo.

 

Tú necesitas mis manos

mi cansancio que a otros descansen

amor que quiero seguir amando

 

Tú, pescador de otros lagos, ansia eterna de

Hombres que esperan. Amigo bueno que así

Me llamas.

Por Ti, mi Dios, cantando voy

la alegría de ser tu testigo, Señor.

 

Es fuego tu Palabra que mi boca quemó,

mis labios ya son llamas y cenizas mi voz

Da miedo proclamarla pero Tú me dices:

“No temas contigo estoy”.

Tu Palabra es una carga que mi espalda dobló,

es brasa tu mensaje que mi lengua secó.

Déjate quemar si quieres alumbrar,

“no temas, contigo estoy”.

 

Me mandas que cante con toda mi voz,

no sé como cantar tu mensaje de amor,

los hombres me preguntan cuál es mi misión,

les digo: “Tu testigo soy”.

 

Señor, toma mi vida nueva

antes de que la espera desgaste años en mi.

Estoy dispuesta a lo que quieras

no importa lo que sea

tu llámame a servir

 

Llevame donde los hombres

necesiten tus palabras,

necesiten mis ganas de vivir,

donde falte la esperanza

donde todo sea triste

simplemente por no saber vivir.

 

Te doy mi corazón sincero

para gritar sin miedo lo hermoso que es tu amor.

Señor tengo alma misionera

condúceme a la tierra

que tenga sed de vos.

Y así en marcha iré cantando por pueblos predicando Tu Grandeza Señor. Tendré mis manos sin cansancio tu historia entre mis labios tu fuerza en la oración.

Aquí estamos Señor en tu casa otra vez

Qué alegría volverte a encontrar.

 

Vamos a compartir Y expresar nuestra fe

Como hermanos en torno al altar

 

En el nombre de Dios vamos a celebrar el ministerio de la salvación, el señor nos dará su palabra y su pan es la fiesta del pueblo de Dios.

 

Partiremos tu pan Signo de comunión, beberemos tu vino de amor

Y a la vez sellarás Con nosotros Señor una alianza que viene de Dios.

El señor eligió a sus discípulos,

los mando de dos en dos.

 

Es hermoso ver bajar de la montaña

los pies del mensajero de la paz.

 

Los mandó a las ciudades

Y a lugares donde iba a ir Él.

 

La cosecha es abundante,

Les dijo el señor al partir.

 

Pídanle al dueño del campo que envíe

más obreros a la mies.

 

Al entrar en una casa,

saluden anunciando la paz.

 

El Reino del Dios está cerca,

a todos anunciarán.

 

Los que a ustedes los reciban me habrán

recibido a Mí.

 

Quien recibe mi Palabra,

recibe al que me envió.

Tu fidelidad es grande. Tu fidelidad incomparable es.

Nadie como tu bendito dios Grande es tu fidelidad

ntes que te formaras

dentro del vientre de tu madre

antes que tú nacieras

te conocía y te consagré,

para ser mi profeta

de las naciones, yo te escogí,

irás donde te envíe,

lo que te mande proclamarás.

 

Tengo que gritar, tengo que arriesgar,

ay de mí si no lo hago,

cómo escapar de Ti,

cómo no hablar, si tu voz me quema dentro.

Tengo que andar, tengo que luchar,

ay de mí si no lo hago,

cómo escapar de Ti, cómo no hablar

si tu voz me quema dentro.

 

No temas arriesgarte porque contigo

Yo estaré. No temas anunciarme

porque en tu boca yo hablaré.

Te encargo hoy mi pueblo

para arrancar y derribar, para edificar,

Construirás y plantarás.

 

Deja a tus hermanos, deja a tu padre y a tu madre,

Abandona tu casa porque la tierra gritando está.

 

Nada traigas contigo porque a tu lado yo estaré,

Es hora de luchas, porque mi pueblo

Sufriendo está.

La Virgen María nos reúne en nombre del Señor,

del Señor Jesús, Dios nuestro Señor.

Venimos a buscar el pan de la Palabra,

Palabra del Señor que reconforta el alma.

 

Venimos a comer el Pan sacramentado,

el Cuerpo del Señor, Jesús resucitado.

 

Venimos a llevar el Pan de la alegría,

mensaje que nos dio el Hijo de María.

Cristo te necesita para amar, para amar

cristo te necesita para amar (bis).

 

No te importen las razas ni el color de la piel

ama a todos como hermanos y haz el bien (bis).

 

Al que sufre y al triste dale amor, dale amor

al humilde y al pobre dale amor (bis).

 

Al que vive a tu lado dale amor, dale amor

al que viene de lejos dale amor (bis).

 

Al que habla otra lengua dale amor, dale amor

al que piensa distinto dale amor (bis).

 

Al amigo de siempre dale amor, dale amor.

Al que no te saluda, dale amor (bis)

Ilumíname, Señor, con tu Espíritu.

Transfórmame, Señor, con tu Espíritu.

Ilumíname, Señor, con tu Espíritu.

Ilumíname y transfórmame, Señor.

 

Y déjame sentir el fuego de tu amor

aquí en mi corazón, Señor. (bis)

Resucítame, Señor, con tu Espíritu.

Conviérteme, Señor, con tu Espíritu.

Resucítame, Señor, con tu Espíritu.

Resucítame y conviérteme, Señor.

 

Fortaléceme, Señor, con tu Espíritu.

Consuélame, Señor, con tu Espíritu.

Fortaléceme, Señor, con tu Espíritu.

Fortaléceme y consuélame, Señor.

Como el Padre me amó,

yo os he amado,

Permaneced en mi amor (bis)

 

Si guardáis mis palabras,

y como hermanos os amáis,

compartiréis con alegría,

el don, de la fraternidad.

 

Si os ponéis en camino,

sirviendo siempre la verdad,

fruto daréis en abundancia,

mi amor, se manifestará.

Bienaventurado corazón de pobre,

bienaventurado la tierra es para ti.

Bienaventurado tú que sufres en el mundo,

bienaventurado el Reino viene a ti.

Bienaventurado corazón paciente,

bienaventurado pues te llaman manso.

Bienaventurado tú que tienes hambre,

bienaventurado que serás saciado.

 

Jesús es la Buena Noticia,

feliz quien camina tras Él. (bis)

 

Bienaventurado buscador de justicia,

bienaventurado por crear la paz.

Bienaventurado corazón que es limpio,

bienaventurado que a tu Dios verás.

Bienaventurado hombre perseguido,

bienaventurado si luchas por amor.

Bienaventurado si hoy día te calumnian,

bienaventurado por causa del Señor.

Cuando sientas que se queman tus entrañas por amor

y te entregas al llamado sin temor.

Cuando están en armonía voluntad y corazón,

te iluminas y en tu cuerpo vive Dios…

Vive Dios, por siempre vive Dios

en tu vida y en tu historia vive Dios

 

Vive Dios, por siempre vive Dios

Por tu muerte y por tu gloria vive Dios.

 

Cuando estás en la penumbra aguardando lo peor

y desprecias la existencia y su valor.

Si no encuentras un sentido, anda y busca en tu interior

y verás que aún en tu cuerpo vive Dios.

Pon tus manos en las manos del Señor de Galilea,

Pon tus manos en las manos del señor que calma el mar.

Es Jesús el que te va a cuidar noche y día sin cesar,

pon tus manos en las manos del señor que calma el mar.

 

y..Pon tus pies en las huellas del señor de Galilea,

pon tus pies en la huellas del Señor que calma el mar.

Es Jesús el que el que te va a cuidar noche y día sin cesar,

pon tus pies en las huellas del señor que calma el mar

y..En tus labios la palabra del Señor de Galilea,

en tus labios la palabra del Señor que calma el mar

es Jesús el que te va a cuidar noche y día sin cesar,

en tus labios la palabra del Señor que calma el mar.

Quiero cantar una linda canción de un

hombre que me transformó.

Quiero cantar una linda canción

de Aquel que mi vida cambió.

 

Es mi amigo Jesús, es mi amigo Jesús.

Él es Dios, Él es Rey

Es amor, es verdad.

Sólo en Él encontré esa paz que busqué.

Sólo en Él encontré la felicidad.

 

Quiero cantar una linda canción

a la madre de Nuestro Señor

Quiero cantar una linda canción

a aquella que su Hijo nos dio.

 

Es la Madre de Dios, y es mi madre también.

Ella es sol, ella es fe, es amor, es bondad,

porque de ella aprendí,

el saber amar.

Feliz de ti, María, hija santa de Israel,

toda la Antigua Alianza revive con tu fe.

 

Queremos hoy honrarte

como el mismo Dios te honró

Y queremos amarte, como Jesús te amó.

 

Feliz de ti María, Madre santa y virginal

Dios mismo se ha prendado, de tu fidelidad.

 

Feliz de ti María, que creíste al Señor

se cumplirá en tu vida, la voluntad de Dios.

 

Feliz de ti María, que engendraste al Salvador

eres aún mas dichosa, por tu obediencia a Dios.

 

Feliz de ti María, Dios te puso por señal

para anunciar al mundo, la redención total.

Feliz de ti, María, hija santa de Israel,

toda la Antigua Alianza revive con tu fe.

 

Queremos hoy honrarte

como el mismo Dios te honró

Y queremos amarte, como Jesús te amó.

Feliz de ti María, Madre santa y virginal

Dios mismo se ha prendado, de tu fidelidad.

 

Feliz de ti María, que creíste al Señor

se cumplirá en tu vida, la voluntad de Dios.

 

Feliz de ti María, que engendraste al Salvador

eres aún mas dichosa, por tu obediencia a Dios.

 

Feliz de ti María, Dios te puso por señal

para anunciar al mundo, la redención total.

Junto a ti María,

como un niño quiero estar,

tómame en tus brazos

guíame en mi caminar.

 

Quiero que me eduques,

que me enseñes a rezar,

hazme transparente,

lléname de paz.

 

Madre, Madre Madre, Madre, (Bis)

Gracias Madre mía por llevarnos a Jesús,

haznos más humildes tan sencillos como Tú.

 

Gracias Madre mía por abrir tu corazón,

porque nos congregas y nos das tu amor.

 

Madre, Madre Madre, Madre, (Bis)

 

Feliz de ti María, Madre santa y virginal

Dios mismo se ha prendado, de tu fidelidad.

 

Feliz de ti María, que creíste al Señor

se cumplirá en tu vida, la voluntad de Dios.

 

Feliz de ti María, que engendraste al Salvador

eres aún mas dichosa, por tu obediencia a Dios.

 

Feliz de ti María, Dios te puso por señal

para anunciar al mundo, la redención total

Mientras recorres la vida

tú nunca solo estás,

contigo por el camino

Santa María va.

 

Ven con nosotros a caminar

Santa María, ven. (bis)

 

Aunque te digan algunos

que nada puede cambiar,

lucha por un mundo nuevo,

lucha por la verdad.

 

Si por el mundo los hombres sin conocerse van,

No niegues nunca tu mano al que contigo está.

 

Aunque parezcan tus pasos inútil caminar,

tú vas haciendo caminos otros los seguirán.

Ninguno de nosotros vive para si

Y ninguno muere para si

Si vivimos, vivimos para el Señor

Si morimos, morimos para Él,

Si morimos, morimos para Él.

 

Aleluya, todo es posible para nosotros

Resucitó, Cristo nuestro Señor

El vive hoy, en nuestro amor

Y nuestra esperanza.

Renace la vida y el corazón

Renace la vida y el corazón

 

Nos apremia el amor del Redentor,

Porque por nosotros el murió.

Para que todos los que vivan,

Vivan para Él, en la pascua de su amor.

Vivan para Él, en la pascua de su amor

Perdón, Señor, hoy te ofendí;

perdóname por no comprender

que me amabas antes de nacer

y me esperas hoy en mi atardecer.

 

Perdón, Señor, yo no sé vivir, de mis hermanos yo me separé.

El calor de tu dulce hogar

quiero revivir, haz que vuelva a Ti.

Qué alegría cuando me dijeron:

“Vamos a la Casa del Señor”.

Ya están pisando nuestros pies

tus umbrales, Jerusalén.

 

Jerusalén está fundada

como Ciudad bien compacta.

Allá suben las tribus,

las tribus del Señor.

Según la costumbre de Israel,

al celebrar el nombre del Señor;

en ella están los tribunales de justicia,

en el palacio de David.

 

Desead la paz a Jerusalén.

Vivan seguros los que te aman,

haya paz dentro de tus muros,

en tus palacios seguridad.

 

Por mis hermanos y compañeros,

voy a decir: “La paz contigo”.

Por la Casa del Señor, nuestro Dios,

te deseo todo bien

Hoy el Señor resucitó y de la muerte nos libró.

 

Alegría y paz, hermanos, que el señor resucito

 

Porque esperó, Dios le libró y de la muerte lo sacó.

El pueblo en él, vida encontró, la esclavitud ya terminó.

La luz de Dios, en Él brilló, de nueva vida nos llenó.

Con gozo alzad, el rostro a Dios, que de Él nos llega salvación.

Todos cantad: ¡Aleluya! Todos gritad: ¡Aleluya!.

 

En la pobreza o en la riqueza , te amaré

en la salud o en la enfermedad, yo te amare

en la tristeza o en la alegría, en la tormenta

o en la paz, ante todo y sobre todo, te amaré

 

Tu me amarás, yo te amaré

alianza eterna entre tu y yo

tu me amarás, yo te amaré

hasta que la muerte nos una más

 

En las buenas o en las malas te amaré

en el pecado o en la gracia te amaré

en la noche o en el día, en la fuerza o

la debilidad ante todo y sobre todo te amaré

 

tu me amarás…..

tu me amarás……

hasta que la muerte nos una más.

Dichoso quien en su vida vive como vivío María (bis)

Siempre amando a los demás, siempre sirviendo a los demás. (bis)

 

Con tu entrega permitiste que nos acompañe

Dios, y creciendo Él a tu lado compartía nuestra

vida.

En tu canto de alabanza retrataste nuestro

mundo, donde siempre los pequeños del Señor

son preferidos.

 

Que sigamos la Palabra de Dios Padre que nos

ama, por María todos sepan que su Amor a todos llega.

Bendigamos al Señor

que nos une en caridad

y nos nutre con su amor

en el Pan de unidad.

¡Oh Padre nuestro!

 

Conservemos la unidad

que el Maestro nos mandó,

donde hay guerra que haya paz,

donde hay odio que haya amor.

¡Oh Padre nuestro!

 

El Señor nos ordenó

devolver el bien por mal,

ser testigo de su amor,

consuelo fraternal.

¡Oh Padre nuestro!

 

El Señor que nos llamó

a vivir en la unidad,

nos congregue con su amor

en feliz eternidad.

¡Oh Padre nuestro!

Pan transformado en el cuerpo de Cristo,

vino transformado en la sangre del Señor.

 

Eucaristía, milagro de amor,

Eucaristía, presencia del Señor (bis)

 

Cristo nos dice: ‘Tomen y coman’, este es mi

cuerpo que ha sido entregado.

 

Cristo en persona nos viene a liberar de nuestro egoísmo

y la división fatal.

 

Este alimento renueva nuestras fuerzas para

caminar a la gran liberación.

 

Con este pan tenemos vida eterna,

Cristo nos invita a la gran resurrección.

 

En la familia de todos los cristianos,

Cristo quiere unirnos en la paz y en el amor.

Tú me dijiste, Señor, que en mi camino

iré encontrando hambrientos de mi pan,

que habría sedientos que vengan a mi fuente,

enfermos tristes de frío y soledad.

Tú me dijiste que sufres en el pobre, que estás desnudo,

no tienes libertad; que en el anciano que espera

Tú me esperas, y en este niño de hambre morirás.

 

Aquí me tienes, señor yo quiero amarte;

Amando al pobre y aquel que sufre más.

Tuyo es mi pan y el agua de mi fuente, ven a mi casa y amor encontrarás.

 

En el camino hay siempre un hombre herido,

que necesita mi ayuda y mi amistad, no mil discursos que hablan de justicia, no mil palabras que el viento llevará.

 

En el camino Jesús te está esperando y en su mirada hay pena y soledad,

Quiero entregarte mi alma y mi alegría, toda mi vida en ofrenda de bondad.

Es mi Padre quien les da

verdadero Pan del cielo,

el que coma de este Pan,

vivirá eternamente.

Yo soy ese Pan de Vida

que ha bajado desde el cielo.

 

Creemos, Señor, en tu palabra:

Tú eres el Pan que da la Vida

Todo aquel que venga a mí

 

no padecerá más hambre,

todo aquel que crea en mí

no padecerá más sed:

es mi carne la comida

y es mi Sangre la bebida.

 

El que come de este Pan

vive en mí y Yo en él,

el que bebe de esta copa

tiene ya la Vida eterna:

Yo lo resucitaré

en el día del Señor.

Amame Señor, quiero recibir ese gran amor que es para mí,

ven tu sobre mí y hazme al fin sentir

esa vida dulce, vida en ti Señor.

 

Ven y ámame, ven y ámame.

Quiero recibir todo tu amor.

Ven y ámame, ven y ámame.

Te abro a ti las puertas de mi corazón.

 

 

Danos un corazón grande para amar;

danos un corazón fuerte para luchar.

 

Hombres nuevos, creadores de la historia

constructores de nueva humanidad.

Hombres nuevos que viven la existencia

como riesgo de un largo caminar.

 

Hombres nuevos, luchando en esperanza

caminantes, sedientos de verdad.

Hombres nuevos, sin frenos ni cadenas,

hombres libres que exigen libertad.

La gloria de Dios maneja mi vida

con hilos de amor que puso en mi alma me lleva hasta Él

la gloria de Dios gigante y sagrada

me carga en sus brazos alienta mis pasos

me llena de paz y miel

sale a jugar cuando me viene a ver y me deja ganar.

 

En la gloria de Dios tendré el descanso para mis pies

con su manto mi frío desaparecerá y descansaré

de la gloria de Dios vendrá bendición y abundante pan

para ti, para mí y a quien quiera venir a la Gloria de Dios.

Llegada la hora de retorno al Padre,

sabiendo que iba camino a su cruz,

reunió a sus amigos en última cena

y nos dio su Cuerpo el Señor Jesús.

Profundo misterio de amor y ternura,

de querer quedarse antes de partir,

de dejar su Sangre como Alianza nueva,

de darla en bebida antes de morir.

 

En memoria tuya Cristo Redentor

Vamos a tu mesa en señal de amor.

“Tómenlo y coman, pues esto es mi Cuerpo”,

les dijo, rompiendo en su mano un pan.

“Tómenla y beban, pues ésta es mi Sangre,

la que por ustedes he de derramar”.

 

“Y hagan lo mismo cuando se reúnan,

sabiendo que un día he de retornar,

para convidarlos a beber unidos

de aquel vino

nuevo que el Padre ha de dar”.

 

Por eso, inclinados, su Cuerpo adoramos,

y aunque nada vemos, nos basta creer.

El antiguo rito ha dejado paso

a su Sacramento, misterio de fe.

Para que mi amor no sea un sentimiento

Tan solo un deslumbramiento pasajero

Para no gastar las palabras más mías

Ni vaciar de contenido mi “te quiero”.

 

Quiero hundir más hondo mi raíz en ti

Y cimentar en solidez, este mi afecto

Pues mi corazón que es inquieto y es frágil

Solo acierta si se abraza a tu proyecto

 

Mas allá, de mis miedos, mas allá de mi inseguridad,

Quiero darte mi respuesta.

Aquí estoy para hacer tu voluntad

Para que mi amor sea decirte “si”, hasta el final

 

Duermen su sopor y temen en el huerto,

Ni sus amigos acompañan al maestro,

Si es hora de cruz, es de fidelidades,

Pero el mundo nunca quiere aceptar eso

 

Dame a comprender, Señor, tu amor tan puro

Amor que persevera en cruz, amor perfecto

Dame serte fiel cuando todo es oscuro

Para que mi amor no sea solo un sentimiento.

 

No es en las palabras ni es en las promesas

Donde la historia tiene su motor secreto

Solo es el amor en la cruz madurado

El amor que mueve todo el universo.

 

Pongo mi pequeña vida hoy en tus manos,

Por sobre mis inseguridades y mis miedos

Y para elegir tu querer y no el mío

Hazme en mi Getsemaní, fiel y despierto.

Salve Regina, Madre de misericordia

Vida, dulzura y esperanza nuestra, salve Regina.

 

A Ti llamamos los desterrados hijos de Eva,

A ti suspiramos llorando en este valle de lágrimas.

Abogada nuestra, vuelve a nosotros tus ojos

Muéstranos tras este destierro

El fruto de tu vientre Jesús.

 

Salve Regina, Madre de misericordia

Oh! Clemente Oh! Pía

Salve Regina

Salve Regina, salve Regina.

Si fue la luz de la razón, tal vez un tenue rayo de sol,

O fue una flor que trajo el viento.

Tal vez la llama del amor, algún susurro del corazón,

Que te mandó a mirar el cielo.

 

Y vivir y pelear, sin resignar un momento

Por servir y por amar, dejaste todo y seguiste a dios.

 

Aquel niño que te habló, en su mirada brillaba Dios

Y tu respuesta fue la entrega.

Hasta que duela el corazón, es necesario a veces amar,

Es necesario dar la vida.

 

Juan de Dios luz y verdad, llenas mi vida con humildad,

Y tú me dices desde el cielo…

“tened siempre caridad, que donde no hay caridad no hay Dios,

Aunque en todo lugar habita”.

Yo soy la Luz del mundo

no hay tinieblas junto a Mí.

Tendrán la luz de la vida

por la palabra que les di.

 

Yo soy el camino firme

yo soy la Vida y la Verdad.

Por mí llegarán al Padre

y al Santo Espíritu tendrán.

 

Yo soy el Pan de Vida

y con ustedes me quedé.

 

Me entrego como alimento

soy el Misterio de la Fe.

 

Yo soy el Buen Pastor

y por amor mi vida doy

yo quiero un solo rebaño

soy para todos Salvador.

 

Yo soy la Vid Verdadera

mi Padre es Dios, el viñador

produzcan fruto abundante

permaneciendo en mi amor.

Soy peregrino en esta tierra,

marcho contento hacia Dios;

soy ciudadano de su Reino,

voy anunciando su amor.

 

¡Hay una estrella en mi camino;

la luz divina de la fe, ella señala mi destino:

llegar a ti, Jerusalén.

 

Soy peregrino y caminante, soy mensajero de la paz;

traigo a los hombres el mensaje,

que con nosotros Dios está.

Soy peregrino en esta tierra,

marcho contento hacia Dios;

soy ciudadano de su Reino,

voy anunciando su amor.

 

¡Hay una estrella en mi camino;

la luz divina de la fe, ella señala mi destino:

llegar a ti, Jerusalén.

 

Soy peregrino y caminante, soy mensajero de la paz;

traigo a los hombres el mensaje,

que con nosotros Dios está.

Virgen de la esperanza

en nuestra marcha danos tu luz;

queremos ir contigo

por el camino que abre la cruz.

 

Madre del pueblo condúcenos

por el camino de salvación.

Que en nuestra patria reine la paz,

en la justicia y la libertad.

 

Cielo y Tierra nueva;

esa es la meta de nuestro andar.

Somos la iglesia en marcha

que hacia la Pascua cantando va.

camina, pueblo de Dios,

nueva ley, nueva alianza

en la nueva creación.

Camina pueblo de Dios.

Camina pueblo de Dios.

 

Mira allá en el Calvario,

en la roca hay una cruz,

muerte que engendra la vida,

nuevos hombres, nueva luz.

 

Cristo nos ha salvado

con su muerte y resurrección.

Todas las cosas renacen

en la Nueva Creación.

 

Cristo toma en su cuerpo,

el pecado, la esclavitud;

al destruirlos nos trae

una nueva plenitud.

 

Pone en paz a los hombres,

a las cosas y al Creador.

Todo renace a la vida

en la Nueva Creación

Volveré, volveré,

a la casa del Padre volveré;

le diré, le diré, contra el cielo y contra Ti yo pequé.

De mi casa me fui un día destrozando la familia ¡Yo pequé!

 

Hoy me encuentro triste y roto; yo no quiero vivir solo.

¡Volveré!

 

He pecado, Padre mío, no merezco ser tu hijo;

¡Vuelvo a tí!

Hijo mío, yo te abrazo; te he perdido y

te he encontrado.

¡Ven a mí!

 

A este hijo que ha llegado

no lo quiero por hermano: ¡échalo!

Ese hijo y ese hermano,

es mi hijo y es tu hermano: ¡alégrate!

Te ofrecemos, Señor, el pan,

Pan de Vida te harás, y así

juntos podremos ser como hermanos al fin,

es el signo de amor que Vos nos pedís.

 

Este vino que aquí está, para que Vos, Señor, vivás

es bebida de Luz para poder guiar a los hombres que hoy buscan tu amistad.

 

Con sincera humildad, Señor, queremos ofrendar amor, alegría, dolor, y en nuestra pequeñez, el cansancio también dejar a tus pies.